La magia de la postproducción

Fuente: Pixabay

 Esa fase en la que parece que, por arte de magia, todo lo que hemos grabado aperece convertido en un único producto final, una pieza total con un sentido, una intención, un género. Es fácil pensar que con la fase de producción ya se consigue eso, pero no, el proceso de edición y el poder de la música, son dos grandes factores muchas veces infravalorados en el proceso de creación, pero que dan ese otro 50% de sentido e intencionalidad a lo que miramos y escuchamos. Es donde se crea el todo final, donde se da sentido, ritmo, y realismo a lo que se ha grabado antes: https://goo.gl/uquXkG

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Existen varios tipos de montaje, puesto que el orden de los planos dan un sentido y una emoción a la escena. Según se desee, pueden generar tensión, pueden dilatar el tiempo diegético, pueden generar elipsis, flashbacks, y un largo etcétera. Uno de los clásicos ejemplos sobre el efecto que produce el orden de los planos fue el que dio Alfred Kitchcock en su programa sobre el "Efecto Kuleshov": https://goo.gl/xGVkVN

 Como comentamos en una entrada anterior, en ocasiones la editora de vídeo y la directora entran en discordancia, puesto que a veces por exigencias del proyecto, o por criterio de la editora, hay que sacrificar planos, e incluso escenas. Por eso que existen los famosos Director's Cut o Montaje del director, a menudo con muchos más minutos de metraje. No obstante, quiero compartiros uno de mis ejemplos favoritos que demuestra el poder del montaje (en formato trailer). Como la misma historia cambia completamente de género gracias al uso de la música y el montaje. https://goo.gl/EgHFGA En los enlaces relacionados podréis encontrar montones de ejercicios de edición más con otros clásicos del cine de los 90. 

¡Espero que los disfrutéis, nos vemos en la próxima jornada de nuestro viaje!

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